El Tribunal Supremo establece que, en caso de divorcio, los gastos del IBI y de la comunidad son de cuenta del propietario, a no ser que se indique lo contrario en la sentencia.
El Tribunal Supremo establece que, en caso de divorcio, los gastos del IBI y de la comunidad son de cuenta del propietario, a no ser que se indique lo contrario en la sentencia.